martes, marzo 24, 2009

CIENTOS DE RAYUELAS PARA RECORDAR A CORTAZAR


Una propuesta de la artista plástica, Marta Minujín, sobre la Avenida 9 de Julio, sirvió para conmemorar los 25 años de la muerte del escritor argentino.
Cientos de personas jugaron a la rayuela ayer en la tarde en la avenida 9 de Julio, en la instalación urbana realizada por la artista plástica Marta Minujín, en homenaje a los 25 años de la muerte de Julio Cortázar.

Más de cien rayuelas de colores fluorescentes de ocho metros de largo por dos inundaron la avenida más ancha, entre Perón y Bartolomé Mitre, donde se interrumpió el tránsito durante una hora para que grupos de amigos, familias y curiosos se acercaran a saltar en este juego, en un clima distendido y festivo.

De esta manera, la artista plástica argentina Marta Minujín cerró una serie de homenajes al escritor con una nueva muestra de su característico "arte efímero", en la que la novela Rayuela fue el gran protagonista.

En total, la artista plástica dispuso 120 rayuelas de ocho metros de largo por dos de ancho adheridas al pavimento de la ancha avenida.

El precio por participar de este juego muy popular entre los niños de ayer y hoy fue acudir al lugar con un libro, un fragmento de un cuento o simplemente el nombre de Julio Cortázar escrito en un papel.

Divididos en grupos de doce personas, los participantes fueron disputando cada rayuela a los saltos y arrojando las "piedras mágicas" sobre las escaleras numéricas, hasta llegar al "cielo", casillero que marca el triunfo en este juego.

"Estoy feliz, esto es una maravilla total, es un acto poético increíble, no ocurre en ninguna parte del mundo algo igual, es una obra de arte que junta todas las artes, un homenaje, un color, es juego, es maravilla", dijo Minujín a Télam, mientras caminaba de una punta a la otra, ordenando su gran obra.

"Mirá lo que es la 9 de julio cortada para esto", decía la artista exultante, mientras invitaba al ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, a saltar en sus rayuelas, aunque al primer intento el funcionario tiró la piedra fuera del juego.

La música también fue parte de esta expresión de arte popular, ya que el juego fue amenizado por un centenar de saxofonistas que interpretaron música de Charlie Parker, a quien Cortázar admiraba y en el que se inspiró para su cuento "El perseguidor".

La elección de Minujin, por parte del Gobierno de la Ciudad, para plasmar este "espíritu lúdico" no es azarosa: esta artista "pop", reconocida también por su aspecto extravagante, sus "happenings" en la década de 1960, sus colchones "technicolor" y las esculturas fragmentadas, ha hecho del "arte efímero" una marca registrada.

Este tipo de expresión plástica de carácter breve y fugaz, pensado para las masas, busca que el espectador pase de ser un simple observador a un participante que absorbe toda la carga simbólica y cultural de un hecho artístico.