EL ULTIMO DOMINGO, CERCA DE PEDREROS
Tenemos que volver a Macul me dijo el Regi, y nos toca el domingo en la mañana. Con grúa me levanté a las nueve y a las 10 estábamos esperando voluntarios atrasados. Les toca una parte de la Junta de Vecinos Nº 19, al lado del otrora Zanjón de la Aguada, convertida en Avenida. Nos tocó la parte frutal, me dice en dulce tono Andrea, mientras el mapa identifica las calles con las Guayabas, Papayas, Piñas y Mangos. No, dice nuestro guía territorial, hay que comenzar en Manzanares y terminar en Las Perdices. Muy bien, dice el Flaco, gente que le gusta la fruta y las perdices.
De ahí viene un enredo de gente por maximizar locomoción y que los conductores conozcan las calles, al final nada nos hace perder le ánimo y todos llegamos a la Villa Quillagua.
Es temprano para los moradores, tratamos de molestar lo menos posible, a veces tiramos la información por debajo de la puerta. Uno me grita, “déjame dormir güeon, si no, no voto por la Gordi”. Este es un fresco care´raja que está con nosotros. Mensaje recibido, disculpa compadre.
Un poco despistado entro a un mimarket y veo al dueño afirmado en el mesón que mira un partido de fútbol en la TV. Estos españoles que tienen un campeonato la raja, que se le ofrece caballero, me viene a dejar propaganda me espeta el casero de la villa. Recordando la importancia de votar el 15 por primera vez en la historia republicana por una mujer, le suelto. “Qué se preocupa si ya estamos listos, claro que yo no digo nada porque hay algunos del otro lado que compran aquí”. Así es la cosa no más, déme una mini pap le contesto.
Salgo y se me pierde la botellita en el grupo que ya va a otra villa, pero antes falta ese pasaje dice el guía y vamos 4 para allá. Siga no más, me dice una señora lavando un auto, que aquí somos de Piñera, la del frente es del otro lado vaya a verla. Gracias señora. Seguimos así hasta la 12.30 hrs. Todavía queda tiempo para repartir chapitas, globos, algunos gorros y una docena de camisetas, los emblemas más preciados por los voluntarios.
Entra el Alcalde Pujol y dice que el diputado Salaberry está en la Feria y se necesitan voluntarios para marcar presencia en el lugar. Aunque no estaba considerado me embarco en el auto del Regi, dispuesto a saludar como corresponde a Felipe, echar algunas tallas y luego aplicarme a la entrega de folletos. Pero se había ido el diputado, la gente llevaba a veces las dos manos ocupadas. Entonces inflamos los globos y repartíamos a los niños que acompañaban a sus padres. Ellos se paseaban despreocupados con su globo proselitista. Y cuando colapsamos la feria de niños con globos, agitamos las últimas banderas, antes del almuerzo.
Terminamos eufóricos. Vamos a ganar. De todas maneras. Bien por la Michelle.
Henry Saldívar
De ahí viene un enredo de gente por maximizar locomoción y que los conductores conozcan las calles, al final nada nos hace perder le ánimo y todos llegamos a la Villa Quillagua.
Es temprano para los moradores, tratamos de molestar lo menos posible, a veces tiramos la información por debajo de la puerta. Uno me grita, “déjame dormir güeon, si no, no voto por la Gordi”. Este es un fresco care´raja que está con nosotros. Mensaje recibido, disculpa compadre.
Un poco despistado entro a un mimarket y veo al dueño afirmado en el mesón que mira un partido de fútbol en la TV. Estos españoles que tienen un campeonato la raja, que se le ofrece caballero, me viene a dejar propaganda me espeta el casero de la villa. Recordando la importancia de votar el 15 por primera vez en la historia republicana por una mujer, le suelto. “Qué se preocupa si ya estamos listos, claro que yo no digo nada porque hay algunos del otro lado que compran aquí”. Así es la cosa no más, déme una mini pap le contesto.
Salgo y se me pierde la botellita en el grupo que ya va a otra villa, pero antes falta ese pasaje dice el guía y vamos 4 para allá. Siga no más, me dice una señora lavando un auto, que aquí somos de Piñera, la del frente es del otro lado vaya a verla. Gracias señora. Seguimos así hasta la 12.30 hrs. Todavía queda tiempo para repartir chapitas, globos, algunos gorros y una docena de camisetas, los emblemas más preciados por los voluntarios.
Entra el Alcalde Pujol y dice que el diputado Salaberry está en la Feria y se necesitan voluntarios para marcar presencia en el lugar. Aunque no estaba considerado me embarco en el auto del Regi, dispuesto a saludar como corresponde a Felipe, echar algunas tallas y luego aplicarme a la entrega de folletos. Pero se había ido el diputado, la gente llevaba a veces las dos manos ocupadas. Entonces inflamos los globos y repartíamos a los niños que acompañaban a sus padres. Ellos se paseaban despreocupados con su globo proselitista. Y cuando colapsamos la feria de niños con globos, agitamos las últimas banderas, antes del almuerzo.
Terminamos eufóricos. Vamos a ganar. De todas maneras. Bien por la Michelle.
Henry Saldívar
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home