UN PASEO POR MACUL

Me detuve a un costado de la plaza Constitución para recoger algunos colegas, optimizando costos como un voluntario políticamente correcto. Rostros nuevos y animados que nos prometimos comer un completo en una picá de Macul. En la sede de la DC en la Avda. Macul, ya hay decenas de personas conversando, fumando o agitando banderas a los automovilistas. De pronto se arman los grupos por sectores, el Jefe de Equipo tiene un plano del sector. En las calles límites la vereda oriente para estos y la poniente para aquellos.

Calles estrechas con casas grandes y jardines. Digo aló por una reja y vienen tres perros inmensos ladrando para despertar a toda la cuadra y son apenas las 19.30 hrs. y aún pega el sol de los 32° que marcó el día. Qué manera de haber perros. Es la seguridad del sector, me espeta un colega. Tiramos un volante informativo y en otra casa, una niña de 9 años que nos confunde con la oposición y me grita que la Michelle va a ganar igual, que su papá le dijo. Aquí estamos listos –pienso- cuando el vecino de más allá me pregunta si tengo calendarios. Tengo que convencer a tres en mi casa, me confiesa. Una señora seria riega el jardín, le sonrío y le ofrezco solo información, para que vaya clarita el 15, le digo, estoy como el agua, me contesta. Más allá atraviesa una señora con su hijo en una bicicleta, que me dice coqueta: “plata debería darme en vez de papeles”. ¿Necesita mucha? le pregunto. Lo suficiente para unas vacaciones, me contesta alejándose y abanicándose con el folleto de mi candidata.

Salimos de nuevo a la Avda. Macul y está el alcalde Puyol agitando una inmensa bandera a los automovilistas. Unos se agregan a los banderolazas y ayudo a una camioneta llena de tarros de pintura a medio llenar que quiere entrar al Comando. “Vamos a ganar” me dice una colega, porque la UDI no está en la calle. Parece que sí le digo, mientras nos subimos al auto para agarrar el Metro, de vuelta a casa.
Henry Saldivar